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jueves, 24 de febrero de 2011
Fontanería, Gas y la Crisis
Son tiempos difícil, y las familias intentan buscarse la vida de la mejor forma posible, el sector de la construcción esta tan castigado, que donde hace unos años era imposible encontrar a un fontanero o a un técnico de gas, ahora salen como setas en otoño.
Es lógico y muy respetable que uno se busque la vida de la mejor forma posible, pero nos encontramos con gran cantidad de problemas con clientes que han intentado ahorrarse un dinero llamando al vecino que se quedó en el paro, trabajaba como pintor, o como encofrador y le han pedido el favor de colocar el calentador, o cambiar la instalación del baño, ya que el veía en la obra como los montaba los fontaneros. (Por poner un ejemplo, pero hay miles).
Pero el problema llega cuando, pasa la revisión del gas, y les precinta el gas por encontrarse un latiguillo de agua conectado a la tubería del gas, un calentador con una salida de gases deficiente, con lo cual este calentador se apaga, por poner algún ejemplo.
Nos encontramos instalaciones de agua, que no están bien comprobadas y después de poner el chapado del baño tienen humedades.
Equipos de ósmosis, que rechazan más agua que la que producen, porque no han calculado bien la presión de agua de suministro.
Termos eléctricos, sin válvula antirretorno, con lo que el agua caliente se les va por la red de agua fría, con el consiguiente gasto de energía.
En definitiva hay trabajos en los que uno no debería arriesgarse a que lo realizase cualquiera.
A mi no se me ocurriría que mi ulcera de estomago me la tratase, mi vecino el del quinto, que trabajaba como vendedor de azulejos y que hizo un curso de masajes en la asociación de vecinos del barrio.
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